Ese gritar ¡casa!, es todo un alivio. Nadie te podía pillar, porque estabas en casa, estabas en un refugio, ajeno al peligro. Allí podías descansar después de haber corrido para librarte de quien se la quedaba.
¿Qué te acecha? ¿Qué peligros tienes en tu vida?
¿Vienen de fuera o brotan de tí?
¿Vienen de fuera o brotan de tí?
Pues esa sensación de alivio es la que te ofrece Dios, frente a los desafíos de la vida, frente a lo que te persigue, frente a tus limitaciones, frente a tu cansancio... Descánsalo en Él, apóyate, resguárdate en Él.
Recuerda si te has sentido alguna vez apoyado en alguien.
Recuerda a las personas que te han hecho descansar.
¿Qué sentimientos te surgen al recordar estas situaciones o personas?
SOL RE MIm
Mi salvación viene de mi Dios
DO MIm DO RE
El es mi roca No resbalaré
SOL RE MIm
Mi alma esta guardada en ti
DO RE SOL
Mi salvación viene de mi Dios
MIm DO MIm
Mi alma en ti reposa
DO MIm RE
Porque tuya es mi esperanza
DO MIm SI MIm
Eres mi refugio, mi salvación y gloria
DO MIm RE
Mi roca eterna eres Señor
LA MI FA#m
Mi salvación viene de mi Dios
RE FA#m RE MI
El es mi roca No resbalaré
LA MI FA#m
Mi alma esta guardada en ti
RE MI LA
Mi salvación viene de mi Dios
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