lunes, 14 de octubre de 2013

Una suave voz

Conversaciones en voz alta. Gritos. Obras. Ladridos. Pasos veloces. Acelerones con prisa. Semáforos que me invitan a cruzar rápido. Discusiones.
Estos son algunos de los sonidos que suelo escuchar en mi día a día. Ya son parte de mi paisaje auditivo. Ya estoy hecho a ellos. Me he acostumbrado a ellos.


Como contrapunto, el domingo estuve con mis abuelos pasando la tarde en la plaza. Una plaza normal, la típica plaza de una de nuestras ciudades. Allí, también había gritos, pues unos chavales jugaban a algo parecido al fútbol; y también había un perro que con sus ladridos agudamente impertinentes alteraban al personal.

Allí estaba yo, con mis abuelos, en la plaza. Lo único que tenía que hacer era estar. Nada más. Algo tan complicado en nuestra rutina a golpe de reloj y agenda y tan sencillo como estar. Ese momento (quizás algo más de una hora), a pesar de los ruidos, el hecho de estar sentado en el banco de madera, viendo como las sombras giran y las ramas de los árboles se agitan, hacen ver el paisaje de otra forma. Es el poder de lo cotidiano, de lo normal. Es su suave voz.

He pasado muchas veces por esa plaza, pero el domingo fui parte de ella. "Pasar por" o "estar en", quizás sea una diferencia importante a aplicar en la vida.

¿Puedes decir que "pasas por" la vida"? ¿O "estás en" la vida?
¿Qué haces para poder percibir su "suave voz"?



Sentado a la espera de un atardecer.
Gritando sobre el lago de un buen cielo azul
Esta realidad comienza a hablar de ti

Las aves muy temprano cantan tu canción.
El césped del camino es un poema de
tu indeleble voz
Quien formó mí alrededor.

Puedo sentirte cerca en risa y en dolor.
Cuando me brinca el corazón al meditar.
Estas en lo profundo de cada respirar.
Con las estrellas me hablas y cada día
Siento que me muestras tu bondad.

Mirando al horizonte desde donde estoy.
Se pierde entre las nubes mi imaginación
Y una suave voz que comienza a hablar de ti

Las hojas van cayendo a mí alrededor
Se queda en el pasado lo que me dolió
Y hoy puedo entender que me cuidas con amor.

Puedo sentirte cerca en risa y en dolor.
Cuando me brinca el corazón al meditar.
Estás en lo profundo de cada respirar
Con las estrellas me hablas y cada día
Siento que me muestras tu bondad.

Puedo sentirte cerca en risa y en dolor.
Cuando me brinca el corazón al meditar.
Estas en lo profundo de cada respirar
Con las estrellas me hablas y cada día
Siento que me muestras tu bondad

Cada día tú me muestras tu bondad.

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